Dos siglos más tarde, Ambrose Bierce interpretó los siniestros pormenores de la leyenda hasta convertirla en su única novela y en una de las cimas de la literatura gótica.
En un primer momento pensé que era una historia de amor prohibido más, el típico romance, en esta ocasión, ambientado en el medievo... pero no. Cuando catalogaron a esta novela de desgraciada y siniestra... no se quedaron cortos, para nada.
Conocemos desde el punto de vista del monje toda la historia de este muchacho que fue criado en la fe cristiana más estricta y obsesiva. Intenta llevar a cabo fielmente las leyes de la iglesia y vivir como Jesús lo hizo y predicar como Él lo hizo. Ambrosius representa (al comienzo de la novela) el pensamiento lógico humano, exactamente lo que piensa el lector crítico sobre la actuación de la sociedad medieval que retrata la historia.
Pero lo que sin duda te deja dando vueltas al asunto... es saber que ocurrió de verdad. La fuerte influencia de la Iglesia en la sociedad de la época... lo obsesionada y radical que era la gente... el daño que, en realidad, se hacían.
Las ilustraciones de Santiago Caruso transmiten a la perfección el ambiente medieval, los colores sepia dan sensación de antigüedad, y está tan bien retratada la sociedad sucia, corrupta, decadente, obsesionada con la rectitud y la religión; pero al mismo tiempo incumpliendo todas las leyes cristianas y comportándose como las peores personas.
Me gustó muchísimo los detalles, como ha sabido destacar la pureza de Benedicta con su imagen virginal y santificada en contraste con la corrupción del pueblo simbolizada como bestias y animales en vez de caras humanas.
He disfrutado de esta novela a varios niveles.
Me ha gustado ver por una pequeña ventana, un recuerdo, un pequeño retrato de la sociedad de aquella época tan remota... y alegrarme de que (gracias a Dios) ya pasó.
Gracias a la Editorial
Libros del Zorro Rojo por la
oportunidad de disfrutar y compartir
la experiencia de leer esta joya de la literatura gótica.
-Amarië-
Pero conoce a Benedicta (la hija del verdugo de un recondito pueblo) y se compadece de su mala suerte, ve lo buena que es y lo injustamente tratada que está por la sociedad, por el simple hecho de estar marcada con el sino de ser la hija del verdugo. No comprende porque la gente la trata así, porque no la perdonan y la dejan ser una cristiana más... y en más de una ocasión la defiende ante el pueblo o la Iglesia, con fatales consecuencias para él.El desconocimiento de la verdad, el escuchar las habladurías de la gente confundida, sus sentimientos por ella, los celos, etc... lo torturan y lo obsesionan con salvar a la joven chica de caer en el pecado. Él sabe que se ha enamorado, pero aún así quiere convertirse en sacerdote... para poder ser el instrumento de salvación del alma de la chica, en una especie de misión divina.
Ambrosius evoluciona, pasa de ser un narrador puro y sin pecado que nos cuenta objetivamente como es la historia que transcurre a su alrededor, cómo es la sociedad pecadora que lo rodea... a sentirse un pecador más de ese mundo corrupto.
Su obsesión llega a un punto tal, que no ve la verdad con claridad y lo conducen a un final fatal. Motivo por el cual esta historia se convirtió en leyenda y siglos más tarde en novela.Lo más sorprendente del relato es el giro del final y ese pequeño epílogo donde conocemos la realidad, no la versión alterada y confundida del monje. Me sorprendió y me encantó.
Pero lo que sin duda te deja dando vueltas al asunto... es saber que ocurrió de verdad. La fuerte influencia de la Iglesia en la sociedad de la época... lo obsesionada y radical que era la gente... el daño que, en realidad, se hacían.
La gente vivía con miedo a Dios, al demonio, al infierno, al pecado...
Las ilustraciones de Santiago Caruso transmiten a la perfección el ambiente medieval, los colores sepia dan sensación de antigüedad, y está tan bien retratada la sociedad sucia, corrupta, decadente, obsesionada con la rectitud y la religión; pero al mismo tiempo incumpliendo todas las leyes cristianas y comportándose como las peores personas.
Me gustó muchísimo los detalles, como ha sabido destacar la pureza de Benedicta con su imagen virginal y santificada en contraste con la corrupción del pueblo simbolizada como bestias y animales en vez de caras humanas.
He disfrutado de esta novela a varios niveles.
Por un lado la leyenda: la historia del moje y la joven como evoluciona, como todo se confunde y se retuerce hasta llegar a ese desenlace fatídico.
Por otro lado el retrato de la oscura sociedad medieval que el autor sabe plasmar a pesar de no haberla conocido de primera mano (la obra fue escrita en el siglo XIX aunque la leyenda alemana es de la Edad Media). Se siente en cada párrafo, lo bien documentado que está todo. Lo fiel y respetuoso que fue con la historia y los personajes, dándole una explicación, un trasfondo... un por qué.
Y en tercer lugar las ilustraciones que son verdaderas obras de arte cada una por separado y también en conjunto, componiendo así esta historia de una forma más visual.
Me ha gustado ver por una pequeña ventana, un recuerdo, un pequeño retrato de la sociedad de aquella época tan remota... y alegrarme de que (gracias a Dios) ya pasó.
Gracias a la Editorial
Libros del Zorro Rojo por la
oportunidad de disfrutar y compartir
la experiencia de leer esta joya de la literatura gótica.
-Amarië-
No me termina de motivar y eso que el interior me parece precioso.
ResponderEliminarUn beso y gracias por la reseña.